BELLATIN Y ALARCON: EL JUEGO DE LAS IDENTIDADES
Sale Bellatin, entra Alarcón
El mejor narrador que apareció en el Perú en el cuarto final del siglo pasado fue Mario Bellatin. Ningún otro en ese cuarto de siglo ha sido aquí más original ni ha producido un mundo tan propio y característico, sin perjuicio de la variedad de sus temas ni de los ambientes donde sitúa sus historias. Pero un mal día nos enteramos que Bellatin ya no era un escritor peruano, mejor dicho que nunca lo había sido, aunque tengo entendido que se formó en nuestro país. Había nacido en México y había vuelto a México, donde le va muy bien. Ahora es un escritor mexicano.(SIGUE EN EL PRIMER COMMENT)
El mejor narrador que apareció en el Perú en el cuarto final del siglo pasado fue Mario Bellatin. Ningún otro en ese cuarto de siglo ha sido aquí más original ni ha producido un mundo tan propio y característico, sin perjuicio de la variedad de sus temas ni de los ambientes donde sitúa sus historias. Pero un mal día nos enteramos que Bellatin ya no era un escritor peruano, mejor dicho que nunca lo había sido, aunque tengo entendido que se formó en nuestro país. Había nacido en México y había vuelto a México, donde le va muy bien. Ahora es un escritor mexicano.(SIGUE EN EL PRIMER COMMENT)
15 Comments:
(SIGUE)
En compensación nos ha caído del cielo un nuevo buen escritor. No tan del cielo, realmente, solo de arriba, porque el norte aparece arriba, encima del sur, en los mapamundis. Hablo de Daniel Alarcón, que ha caído como un fruto, madurito y brillante como una manzana de California, que es donde vive en los Estados Unidos. Es un peruano de USA, tan de USA que el primer libro suyo que puede encontrarse en las librerías nacionales, el que se llama Guerra a la luz de las velas, lo escribió en inglés. La edición que circula entre nosotros es una traducción del inglés. ¿Se imagina, que nos tengan que traducir a un compatriota y no de ninguna lengua vernácula?
Es un narrador sólido, consistente, no tanto como Bellatin ni tan personal e identificable como él, pero el mejor de todos nuestros narradores nuevos, incluido el premiado y vendedor Roncagliolo.
Perdimos un mexicano, ganamos un norteamericano. Lo que me pregunto es por cuánto tiempo.
El acontecimiento Alarcón tiene su lado bueno y su lado malo. El bueno, es que parece ser un autor a tomarse en cuenta, cuyas narraciones despiertan interés, al punto que entre ayer domingo y hoy lunes ha sido entrevistado en tres medios de comunicación. No sería raro que salga pronto en tv.
El lado malo es que mucho de su éxito lo debe a que ha sido "apadrinado" por los gringos. Es decir, ¿tomaríamos en cuenta a Alarcon si no hubiera sido elogiado en el New Yorker u otro medio gringo? Si se hubiera quedado en el Perú, donde en lugar de apoyo habría encontrado ninguneos y silencios ¿qué sería de él? Ojo, el apoyo de los gringos no es lo negativo, sino que en nuestro medio no existan mecanismos que permitan surgir a los escritores.
Creo que el Cachimbo tiene razón en que lo malo no es el apoyo de los medios gringos, sino la inexistencia de mecanismos que permitan surgir a los escritores en el Perú. Es lamentable que los peruanos seamos incapaces de motivarnos unos a los otros (quizá la selección de fútbol sea el simil perfecta de lo que digo). En nuestro panorama literario no ha existido, por ejemplo, alguien como Octavio Paz, quien, con todos sus defectos y las animadversiones que pueda haber despertado, hizo un trabajo denodado con el fin de promocionar la cultura de su país y colocarla a dialogar con la cultura universal. Lamentablemente quienes estaban llamados a hacer algo similar por la cultura peruana se lavaron las manos, y hasta enfilaron sus balas en contra de Arguedas y otras figuras de nuestra literatura. Prefirieron, en definitiva, silenciar el conjunto para sobresalir en un vacío aparente. Con esa actitud se hacen acreedores de una estrella de la fama en Mallorca, y quizá hasta del Nobel.
Supongo que Alarcón terminará siendo parte de esa oleada de mestizaje que tanta frescura le está aportando a la literatura anglosajona en general. Dificulto que su deseo de ser visto como un escritor peruano le lleve a algo concreto. Si Bellatín escogió ser mexicano y ser reseñado en Letras Libres, que le queda a quien ya fue publicado por el New Yorker? Aspirar a que lo reseñen en Hueso Húmero o en el Somos?
Bellatin va a ser "reconocido" por tirios y troyanos hasta que se gane un premio grande. Una vez que esto suceda, se le mandarán con todo los envidiosos de siempre (ahí sí coinciden): Cueto, Reynoso, Thays, Malca, Faverón, García Miranda, Paolo de Lima, y un largo etcetera.
El usuario de las 4:20 pone de manifiesto un aspecto muy propio de nuestro modo de ser peruano: el maleteo, la inacción de quienes tuvieron la oportunidad de promocionar la cultura en su momento. De paso, incurre (creo que sin querer) en una contradicción, pues al final él mismo ningunea a Somos o Hueso Húmero.
Somos es una revista de variedades. Punto.
Hueso Húmero es una revista de literatura que no se vende a nivel nacional. Aún si hiciéramos causa común con HH, su efecto de "promoción" de la narrativa peruana seguiría siendo reducido.
Creo que las "vacas sagradas" ya dieron lo que pudieron o quisieron dar. Ahora es el momento de los lectores, de la autoedición, del uso de la internet.
Los blogs en general han sido un primer paso, una especie de terremoto que ha sacado a luz a fermento de escritores y lectores interesados en la literatura, valga la redundancia. ¿Cual sería el segundo paso, el mecanismo de promoción de los escritores alternativos?
de acuerdo con "joven escritor", es lo de siempre, si tienes perfil bajo y no te despuntas ahí están todos alabándote, pero si te sales del cuadro como Roncagliolo, te dan con palo y no solo al escritor si no también a quienes lo defienden.
Ese es el estilo Malca, el estilo criollazo peruano recontraenvidioso.
Toma mientras!!!
J. Coaguila
miren pues a coaguilita, quién lo diría, y luego tiene la concha de ir a mendigar chambitas de corrector en el embarradero de los Miro quesada, cuando lo beas bótalo a patadas Oscar.
Por favor, copienme pero al menos cítenme. El comentario que se inicia con la frase: "Creo que el Cachimbo tiene razón en que lo malo no es el apoyo de los medios gringos..." es mío y proviene de Puerto El Hueco.
Dentro de unos meses Alarcón dejarà de existir en el gallinero peruano. Hablaremos de otros nuevos "descubrimientos" (¿sanmarquino o catòlico?)...
cgm
Por cierto, Bellatín es peruano sólo en el Perú. En el resto del mundo es mexicano. Ahora bien, ¿es esto realmente un problema? No estamos hablando de las olimpiadas o de el mundial de fútbol, en la literatura las fronteras poco importan en realidad. Lo que pasa quizá es que el Perú es una sociedad tan cerrada que no entiende en su cabal dimensión los fenómenos de la migración o la transculturización, a pesar de que ejemplos tenemos de sobra. Pero lamenteablemente la tendencia a mantenerse en una burbuja ilusoria está tan generalizada que esto mismo que digo es incomprensible -y no por incomprensible precisamente, sino por inaceptable en la medida en que sus significados no encuentran equivalente en el saber general--. Quien no entienda que lea a Lacan, o por lo menos El fin de la locura de Volpi. Aceptémoslo, el mundo no se limita al corredor Regatas Lima- Miguel Dasso, ni sus conceptos a polémicas insulsas entre provincianos y limeños que se parecen demasiado entre sí. Esto es quiza prueba de nuestro aislamiento cultural. A pasado acaso por el Perú un Lowry o un Bolaño o un Burroughs? En definitiva, Bellatin tiene todo el derecho de proclamarse mexicano. Alarcón, por su parte, es un escritor anglosajón aunque a veces escriba del Perú, como lo es Ishiguro a pesar de Pale view of hills o An artist of the floating world, o Jumpa Lahiri, o tantos otros escritores adoptados por la lengua y la literatura anglosajonas. Y si conocemos a Alarcon es porque está en la agenda de las editoriales transnacionales. Pero que ningún provinciano (sea limeño o provinciano, que lima es un pueblo, no se equivoquen) crea que es el único peruano desarraigado y escribiendo con calidad en el exterior.
Yo lo que creo de todo este asunto de la guerra de los blogs y de BASTA FAVERON es que mientras faveron no pida las disculpas publicas del caso, no deberia ser retirado, salvo que estas ya hayan sido dadas privadamente, en todo caso Reaño tendria que comunicarlo, pero me da la impresion de que no ha sido asi. Por que tendriamos que pasar por alto semejante agravio perpetrado de una manera tan baja y ruin, solo por que el señor se ha casado, y acaso tambien tenemos que estar en la cola de ese oficioso besamanos que se esta haciendo publicamente. Una cosa no borra la otra y para mi este es un serio antecedente moral. Donde queda entonces la "etica moral" que tu Christian enarbolas en un comentario en el Blog de Thays "refiriendote a los anónimos", me parece poco consecuente de tu parte que suscribiendo el BASTA FAVERON, te sientas reconfortado por unas disculpas publicas de Faveron, que no aclaran el agravio perpetrado contra Reaño. No, asi no es estimado Christian, tus razones tendras. Como tambien Marco Sifuentes, sus razones tendrá, para haber aceptado la mordaza "¿legalista?" que Thays junto con un tal Rendon estan empezando a regar en la Blogosfera intimidatoriamente, me parece bochornoso que un periodista de La Ventana Indiscreta, acostumbrado a lidiar con personajes de diversa catadura moral, haya aceptado el trato conminatorio de Thays a retirar, algo que ya no es un simple "texto literario con una autoria especifica", sino un documento que periodisticamente puede tener en un futuro incierto un valor, reitero, documental sobre un personaje controvertido como Ivan Thays. Por que si Thays hubiera sinceramente sólo querido que retiren ese texto, se lo hubiera podido solicitar por medio de un mail personal, pero no fue así, se lo pidió públicamente y en un tonito que no creo que le haya gustado mucho a Marco, que habrá detrás de todo esto, nadie lo sabe. Por otro lado los puerto el hueco, estan que se van y no se van, creo que harian falta que se queden, ahora que nuevos vientos de mordaza periodistica en la blogosfera empiezan a soplar, vientos en los cuales parece que tu tambien Christian te estas dejando llevar. De todas maneras tampoco quiero dejar de expresarte, que apesar de todas estos requerimientos aprecio mucho el manejo democratico de tu blog.
Un abrazo.
Para los que no conocen al tal Silvio Rendon, miren esta perlita. Parece que aun no se ha dado cuenta el tal Silvio Rendon, que ya la guerra terminó y que él llegó con muchas ganas pero demasiado tarde, pero lo peor para él es que tambien se le cuenta entre los muertos, no le vendría mal un matri.
Blogger no come blogger
Hemos visto cómo algunos periodistas desmerecen a los blogs e incluso creen que pueden copiar el trabajo ajeno sin mencionar la fuente: El periodismo peruano contra los blogs. Entonces hubo una reacción en cadena, que desde aquí activamente apoyamos, de una parte de los blogs peruanos en contra de tal pretensión. Y bien, pero ¿qué pasa cuando un blog copia íntegramente el contenido de un post o de un comentario aparecido en otro blog, y no menciona la fuente, no menciona al autor o la autora, ni la fuente original, tergiversa su contenido, roba su identidad y encima es un blog anónimo? Más aún, ¿qué ocurre cuando se trata de un blog que lo hace con fines comerciales, políticos o personales? ¿Cuál es la diferencia con que lo haga un periodista? Pues, por lo visto, mucha. No hay la reacción en cadena que hubo como en el caso de los periodistas: así como en el congreso peruano otorongo no come otorongo, parece que en la blogósfera peruana blogger no come blogger. Es de muy mal gusto que un blog denuncie a otro blog por este tipo de prácticas. Eso ya es censura y, por el contrario, la reacción en cadena va en sentido contrario. Hay pues, un doble rasero en este tipo de asuntos. Mal.
Y quien es faxx?, por que nos han mandado otras fotos que no hemos querido publicar, no te preocupes que lo vamos a retirar.
Igual el hueco se cierra, por lo que ya se dijo de la beca. Si vuelve, sería desde Cornell.
Marco, nos estan diciendo que estas vetando comentariios y que quizá hayas llegado a algun entendimiento con Thays, no se como te dejaste amedrentar con esos argumentos legalistas de pacotilla. Pero ese ya es un asunto tuyo. Evidentemente que Faveron no se disculpo con Reaño, pero como que uds. al final aflojaron un poco, no se. De todas maneras
Un abrazo
La civilización del espectáculo
Esta columna de Vargas Llosa es algo que la blogósfera debería discutir
Siguiendo el ejemplo de Daniel Salas en el blog del GCC, coloco aquí un enlace a la más reciente columna de Mario Vargas Llosa sobre la sociedad del espectáculo, aparecida, como siempre, en decenas de periódicos y revistas de todo el mundo, entre el 2 y el 3 de junio último, y, en el Perú, en el diario El Comercio.
Por su parte, el crítico Marcel Velázquez me hace llegar este artículo que, sobre un tema cercano al de VLL, publicó online en Terra Magazine este primero de junio. "Ofrece una visión distinta del mismo problema", dice Marcel. "Quizá pueda servir para promover el debate".
Mañana, o ahora más tarde, cuando tenga un poco de tiempo, diré algo sobre el contenido de los artículos. El de VLL es uno de los más estimulantes que haya escrito el arequipeño recientemente. El de Marcel aún tengo que leerlo.
Postdata: El último domingo, ya Moleskine, el blog de Iván Thays, había enlazado el artículo de Vargas Llosa y comentado al respecto que el texto era, entre otras cosas, "un buen jalón de orejas para todos los que amparan, cuando no propician o alimentan, la existencia de los blogs basura".
Piedra de toque: La civilización del espectáculo
"La civilización del espectáculo en que estamos inmersos acarrea una absoluta confusión de valores"
Por MarioVargas Llosa
Escritor
En algún momento, en la segunda mitad del siglo veinte, el periodismo de las sociedades abiertas de Occidente empezó a relegar discretamente a un segundo plano las que habían sido sus funciones principales --informar, opinar y criticar-- para privilegiar otra que hasta entonces había sido secundaria: divertir. Nadie lo planeó y ningún órgano de prensa imaginó que esta sutil alteración de las prioridades del periodismo entrañaría cambios tan profundos en todo el ámbito cultural y ético. Lo que ocurría en el mundo de la información era reflejo de un proceso que abarcaba casi todos los aspectos de la vida social. La civilización del espectáculo había nacido y estaba allí para quedarse y revolucionar hasta la médula instituciones y costumbres de las sociedades libres.
¿A qué viene esta reflexión? A que desde hace cinco días no hallo manera de evitar darme de bruces, en periódico que abro o programa noticioso que oigo o veo, con el cuerpo desnudo de la señora Cecilia Bolocco de Menem. No tengo nada contra los desnudos, y menos contra los que parecen bellos y bien conservados, tal el de la señora Bolocco, pero sí contra la aviesa manera como esas fotografías han sido tomadas y divulgadas por el fotógrafo, a quien, según la prensa de esta mañana, su hazaña periodística le ha reportado ya 300 mil dólares de honorarios, sin contar la desconocida suma que, por lo visto, según la chismografía periodística, la señora Bolocco le pagó para que no divulgara otras imágenes todavía más comprometedoras. ¿Por qué tengo que estar yo enterado de estas vilezas y negociaciones sórdidas? Simplemente, porque para no enterarme de ellas tendría que dejar de leer periódicos y revistas y de ver y oír programas televisivos y radiales, donde no exagero si digo que los pechos y el trasero de la señora de Menem han enanizado todo, desde las degollinas de Iraq y el Líbano, hasta la toma de Radio Caracas Televisión por el gobierno de Hugo Chávez y el triunfo de Nicolas Sarkozy en las elecciones francesas.
Esas son las consecuencias de aceptar que la primera obligación de los medios es entretener y que la importancia de la información está en relación directamente proporcional a las dosis de espectacularidad que pueda generar. Si ahora parece perfectamente aceptable que un fotógrafo viole la privacidad de cualquier persona conocida para exponerla en cueros o haciendo el amor con un amante, ¿cuánto tiempo más hará falta para que la prensa regocije a los aburridos lectores o espectadores ávidos de escándalo mostrándoles violaciones, torturas y asesinatos en trance de ejecutarse? Lo más extraordinario, como índice del aletargamiento moral que ha resultado de concebir el periodismo en particular, y la cultura en general, como diversión y espectáculo, es que el paparazzi que se las arregló para llevar sus cámaras hasta la intimidad de la señora Bolocco, es considerado poco menos que un héroe debido a su soberbia performance, que, por lo demás, no es la primera de esa estirpe que perpetra ni será la última.
Protesto, pero es idiota de mi parte, porque sé que se trata de un problema sin solución. La alimaña que tomó aquellas fotos no es una rara avis, sino producto de un estado de cosas que induce al comunicador y al periodista a buscar, por encima de todo, la primicia, la ocurrencia audaz e insólita, que pueda romper más convenciones y escandalizar más que ninguna otra. (Y si no la encuentra, a fabricarla). Y como nada escandaliza ya en sociedades donde casi todo está permitido, hay que ir cada vez más lejos en la temeridad informativa, valiéndose de todo, aplastando cualquier escrúpulo, con tal de producir el 'scoop' que dé que hablar. Dicen que, en su primera entrevista con Jean Cocteau, Sartre le rogó: "¡Escandalíceme, por favor!". Eso es lo que espera hoy día el gran público del periodismo. Y el periodismo, obediente, trata afanosamente de chocarlo y espantarlo, porque esta es la más codiciada diversión, el estremecimiento excitante de la hora.
No me refiero solo a la prensa amarilla, a la que no leo. Pero esa prensa, por desgracia, desde hace tiempo contamina con su miasma a la llamada prensa seria, al extremo de que las fronteras entre una y otra resultan cada vez más porosas. Para no perder oyentes y lectores, la prensa seria se ve arrastrada a dar cuenta de los escándalos y chismografías de la prensa amarilla y de este modo contribuye a la degradación de los niveles culturales y éticos de la información. Por otra parte, la prensa seria no se atreve a condenar abiertamente las prácticas repelentes e inmorales del periodismo de cloaca porque teme --no sin razón-- que cualquier iniciativa que se tome para frenarlas vaya en desmedro de la libertad de prensa y el derecho de crítica.
A ese disparate hemos llegado: a que una de las más importantes conquistas de la civilización, la libertad de expresión y el derecho de crítica, sirva de coartada y garantice la inmunidad para el libelo, la violación de la privacidad, la calumnia, el falso testimonio, la insidia y demás especialidades del amarillismo periodístico.
Se me replicará que en los países democráticos existen jueces y tribunales y leyes que amparan los derechos civiles a los que las víctimas de estos desaguisados pueden acudir. Eso es cierto en teoría, sí. En la práctica, es raro que un particular ose enfrentarse a esas publicaciones, algunas de las cuales son muy poderosas y cuentan con grandes recursos, abogados e influencias difíciles de derrotar, y que lo desanime entablar acciones judiciales lo costosas que estas resultan en ciertos países, y lo enredadas e interminables que son. Por otra parte, los jueces se sienten a menudo inhibidos de sancionar ese tipo de delitos porque temen crear precedentes que sirvan para recortar las libertades públicas y la libertad informativa. En verdad, el problema no se confina en el ámbito jurídico. Se trata de una problema cultural. La cultura de nuestro tiempo propicia y ampara todo lo que entretiene y divierte, en todos los dominios de la vida social, y por eso, las campañas políticas y las justas electorales son cada vez menos un cotejo de ideas y programas, y cada vez más eventos publicitarios, espectáculos en los que, en vez de persuadir, los candidatos y los partidos tratan de seducir y excitar, apelando, como los periodistas amarillos, a las bajas pasiones o los instintos más primitivos, a las pulsiones irracionales del ciudadano antes que a su inteligencia y su razón. Se ha visto esto no solo en las elecciones de países subdesarrollados, donde aquello es la norma, también en las recientes elecciones de Francia y España, donde han abundado los insultos y las descalificaciones escabrosas.
La civilización del espectáculo tiene sus lados positivos, desde luego. No está mal promover el humor, la diversión, pues sin humor, goce, hedonismo y juego, la vida sería espantosamente aburrida. Pero si ella se reduce cada vez más a ser solo eso, triunfan la frivolidad, el esnobismo y formas crecientes de idiotez y chabacanería por doquier. En eso estamos, o por lo menos están en ello sectores muy amplios de --vaya paradoja-- las sociedades que gracias a la cultura de la libertad han alcanzado los más altos niveles de vida, de educación, de seguridad y de ocio del planeta.
Algo falló, pues, en algún momento. Y valdría la pena reaccionar, antes de que sea demasiado tarde. La civilización del espectáculo en que estamos inmersos acarrea una absoluta confusión de valores. Los íconos o modelos sociales --las figuras ejemplares--lo son, ahora, básicamente, por razones mediáticas, pues la apariencia ha reemplazado a la sustancia en la apreciación pública. No son las ideas, la conducta, las hazañas intelectuales y científicas, sociales o culturales, las que hacen que un individuo descuelle y gane el respeto y la admiración de sus contemporáneos y se convierta en un modelo para los jóvenes, sino las personas más aptas para ocupar las primeras planas de la información, así sea por los goles que mete, los millones que gasta en fiestas faraónicas o los escándalos que protagoniza. La información, en consecuencia, concede cada vez más espacio, tiempo, talento y entusiasmo a ese género de personajes y sucesos. Es verdad que siempre existió, en el pasado, un periodismo excremental, que explotaba la maledicencia y la impudicia en todas sus manifestaciones, pero solía estar al margen, en una semiclandestinidad donde lo mantenían, más que leyes y reglamentos, los valores y la cultura imperantes. Hoy ese periodismo ha ganado derecho de ciudad pues los valores vigentes lo han legitimado. Frivolidad, banalidad, estupidización acelerada del promedio es uno de los inesperados resultados de ser, hoy, más libres que nunca en el pasado.
Esto no es una requisitoria contra la libertad, sino contra una deriva perversa de ella, que puede, si no se le pone coto, suicidarla. Porque no solo desaparece la libertad cuando la reprimen o la censuran los gobiernos despóticos. Otra manera de acabar con ella es vaciándola de sustancia, desnaturalizándola, escudándose en ella para justificar atropellos y tráficos indignos contra los derechos civiles.
La existencia de este fenómeno es un efecto lateral de dos conquistas básicas de la civilización: la libertad y el mercado. Ambas han contribuido extraordinariamente al progreso material y cultural de la humanidad, a la creación del individuo soberano y al reconocimiento de sus derechos, a la coexistencia, a hacer retroceder la pobreza, la ignorancia y la explotación. Al mismo tiempo, la libertad ha permitido que esa reorientación del periodismo hacia la meta primordial de divertir a lectores, oyentes y televidentes, fuera desarrollándose en proporciones cancerosas, atizada por la competencia que los mercados exigen. Si hay un público ávido de ese alimento, los medios se lo dan, y si ese público, educado (o maleducado, más bien) por ese producto periodístico, lo exige cada vez en mayores dosis, divertir será el motor y el combustible de los medios cada día más, al extremo de que en todas las secciones y formas del periodismo aquella predisposición va dejando su impronta, su marca distorsionadora. Hay, desde luego, quienes dicen que más bien ocurre lo opuesto: que la chismografía, el esnobismo, la frivolidad y el escándalo han prendido en el gran público por culpa de los medios, lo que sin duda también es cierto, pues una cosa y la otra no se excluyen, se complementan.
Cualquier intento de frenar legalmente el amarillismo periodístico equivaldría a establecer un sistema de censura y eso tendría consecuencias trágicas para el funcionamiento de la democracia. La idea de que el Poder Judicial puede, sancionando caso por caso, poner límite al libertinaje y violación sistemática de la privacidad y el derecho al honor de los ciudadanos, es una posibilidad abstracta totalmente desprovista de consecuencias, en términos realistas. Porque la raíz del mal es anterior a esos mecanismos: está en una cultura que ha hecho de la diversión el valor supremo de la existencia, al cual todos los viejos valores, la decencia, el cuidado de las formas, la ética, los derechos individuales, pueden ser sacrificados sin el menor cargo de conciencia. Estamos, pues, condenados, nosotros, ciudadanos de los países libres y privilegiados del planeta, a que las tetas y culos de los famosos y sus "bellaquerías" gongorinas, sigan siendo nuestro alimento cotidiano.
LIMA, MAYO DEL 2007
© MARIO VARGAS LLOSA, 2007.
© Diario "El País", SL/ Mario Vargas Llosa. Prisacom.
Exclusivo para el diario El Comercio en el Perú.
Prensa sensacionalista en Perú
01 de junio de 2007, 13:20
Marcel Velázquez Castro
Lima, Perú
Especial
Una de las increíbles portadas de El Trome, uno de los periódicos más leídos de Lima.
"Sexo oral dá cáncer". "Gorditas ricas buscan machos ardientes". "Se le para bobo en pleno chuculún". "Guachimán clava cuchillo al amante de su ñorsa". "Cristo viene..¡en combi!". "Así no crean soy virgen". "Mercedes atrapó español". "Rockero se creía Hitler". Estos enunciados constituyen una muestra de los titulares de los últimos meses de los cuatro periódicos que poseen más del 50% del mercado de lectores en la ciudad de Lima: El Trome, El Popular, Ajá, y El Chino. ¿Qué hay detrás de estas policromáticas portadas? ¿Cuáles son los presupuestos culturales en la producción y el consumo de esta prensa? ¿Qué dicen los lectores?
La prensa sensacionalista es un fenómeno cultural presente en todas las ciudades sudamericanas. En Guayaquil tenemos El Extra; en Santiago de Chile, La Cuarta y Últimas Noticias; en Bogotá, El Espacio; en La Paz, Extra y Gente, sólo por mencionar algunos medios.
La "cultura chicha" en el Perú es un cóctel explosivo de cultura popular y cultura de masas, una mezcla incesante de conductas (trasgresión, irresponsabilidad, individualismo), valores (hedonismo, éxito social), ideologías (racismo, machismo, tradición andina y modernidad capitalista) y códigos estéticos (kitsch e imaginación melodramática). Es la gran matriz en la cual la mayoría de limeños se comunica, interactúa y se reconoce socialmente, porque ofrece nuevas formas de ser y estar en una ciudad, simultáneamente, andinizada y globalizada.
Quiero compartir con ustedes una fantasía: imaginemos un día en la ciudad de Lima sin prensa sensacionalista chicha. ¿Cuáles serían los principales efectos culturales? Miles de habitantes dejarían de leer, ya que su única experiencia de lectura la constituyen dichos periódicos; no existirían figuras del espectáculo o de los deportes que, convertidos en héroes o villanos coyunturales, sirvan de modelos o antimodelos a los lectores. La brecha entre los acontecimientos públicos y el ciudadano popular crecería, ya que éste no tendría el mediador que, regido por la expresividad, informalidad y familiaridad, lo conecta con la totalidad social; los quioscos de periódicos perderían color y dejarían de ser un espacio de reunión y goce de lo prohibido; las elites lo agradecerían porque lo "obsceno", aquello que no debe ser representado, desaparecería de los espacios públicos de la ciudad.
Por otro lado, también habría efectos culturales de otro signo: la reproducción de la lógica racista y la discriminación de género perderían un motor importante, y la infamación de los sujetos populares ya no se daría desde uno de los principales soportes materiales del mundo urbano popular.
La prensa sensacionalista chicha representa y modela la cultura popular urbana por cuanto contribuye a construir un tramado de formas conceptuales y sensibles que se instalan diariamente en la vida cotidiana de más de un millón de limeños. Es un espacio textual y visual que se retroalimenta con la televisión y en el que se liberan las fantasías de ascenso social y placer sexual.
Sus detractores podrán argüir que dichos periódicos construyen una imagen de la comunidad sin conciencia histórica ni respeto a la diversidad cultural, que contribuyen a la formación de sujetos que reproducen prácticas racistas, patriarcales y homofóbicas en la ciudad de Lima, y no les faltará razón; sin embargo, ese es sólo la portada del problema, hay que leer también la contraportada.
Los lectores de esta forma de prensa explican su elección porque es "amena", "entretenida", "regalona", "barata", y "educativa". Es amena porque ofrece diversión y deleite, las noticias se convierten en un fin en sí mismo, el placer está en el mero acto de la lectura, no en la información obtenida de la misma.
Su calidad de "entretenida" refiere a la perspectiva jocosa y desprejuiciada que rige en el tratamiento de todas las noticias, el grueso humor popular que se alimenta muchas veces de los sedimentados prejuicios. Los actores, cantantes, vedettes, futbolistas, y personajes televisivos constituyen la materia diaria y constante para sus noticias más importantes. Como en todas las sociedades del capitalismo tardío, la lógica del espectáculo invade todos los ámbitos, y en estos periódicos se vende y consume mercancías humanas que se distinguen por exhibir un plus pasional.
Casi todos los diarios de este segmento ofrecen concursos y sorteos destinados a los lectores; la esperanza de obtener algún beneficio económico es un motor importante para la fidelidad de sus consumidores. El precio de cincuenta centavos (15 centavos de dólar aproximadamente) que se generalizó para esta prensa desde finales de los 90 fue una victoria de la economía popular y significó un remezón en todos los periódicos tradicionales, muchos de los cuales se vieron obligados a modificar sus precios. Además, alertó a las empresas sobre un segmento de consumidores que no estaba siendo suficientemente considerado.
Contra la opinión tradicional, podemos afirmar que esta prensa difunde conocimientos útiles para sus lectores en el ámbito privado: un saber práctico y cotidiano que instruye en temas varios, como medicina natural para combatir enfermedades o alimentación nutritiva con poco dinero. La prensa sensacionalista chicha también reivindica el imperio de las pasiones, el chisme, las jergas, los refranes, el cuerpo como un espacio de poder, una cultura plebeya donde lo oral y lo visual son más importantes que los razonamientos escritos.
Por otro lado, la portada y las páginas centrales de estos periódicos remiten masivamente al mundo del espectáculo, a la fiesta perpetua, al derroche incesante de energías, a la fascinación por el cuerpo semidesnudo como metonimia del placer interminable. La fuerza transgresora de la cultura popular se disuelve y pierde su poderío, ya que no pretende cuestionar el statu quo, sino meramente parodiarlo o ridiculizarlo. En muchos textos de estos diarios, los propios actores populares se instauran como sujetos que desean los códigos, el estilo de vida, los valores de quienes conforman la elite socioeconómica.
Estos diarios también se alimentan de los delitos y los accidentes que contienen hechos de sangre, algo que se explica por sus filiaciones con la denominada "crónica roja". Los delitos son presentados como meros eventos que ratifican inexorablemente un puñado de verdades: "los impulsos sexuales no se pueden controlar", "la pobreza engendra delincuencia", "todos quieren dinero fácil", "la ley no se cumple", "los políticos son corruptos", etc.
En el lector promedio, la desgracia y el dolor ajeno causan esa extraña mezcla de alegría y compasión, propia de toda catarsis, ya que el periódico es una ventana para contemplar lo sórdido y el horror de la condición humana en otros seres sin mayores riegos y mediante una escasa inversión. Debe anotarse que desde una perspectiva diacrónica, la crónica roja pierde cada vez más espacio ante las noticias meramente faranduleras: Cecilia Bolocco semidesnuda al lado de un varón que no es su esposo es un titular que no puede ser desplazado por ningún evento sangriento.
La vedette y el futbolista son las figuras sociales más significativas de la prensa sensacionalista chicha y sus actuaciones formalizan los mandatos de género y los deseos de prestigio y ascenso social de los sectores populares. Por ello, cuando estos periódicos alientan romances entre estas dos figuras, se están fusionando los imaginarios de lo masculino y lo femenino, con sus aventuras y desventuras, se está escribiendo una novela melodramática monstruosa que, como el libro de arena de Borges, siempre encuentra una nueva página entre las ya existentes.
lunes 23 de julio de 2007
LOS HITOS DE LAS TRES ÚLTIMAS DÉCADAS
Cómo se gestó la revolución agrícola chilena
En los últimos treinta años la agricultura chilena dio el salto más grande de su historia. A fines de los setenta era una actividad de baja productividad, asociada a la pobreza y orientada al mercado interno.Hoy Chile es uno de los principales exportadores de alimentos del mundo. La apertura comercial, unida a un violento salto en los rendimientos y una revolución en la gestión de los negocios agropecuarios, explican el boom.Un panorama visual de cómo cambió el agro desde que en 1977 se fundara la Revista del Campo.
ARNALDO GUERRA Y EDUARDO MORAGA
Apertura comercial
Es cierto, hasta los años 40 del siglo XX el país había exportado trigo, también exportaba pequeñas cantidades de fruta a Sudamérica. Sin embargo, en lo central, el agro chileno estaba encerrado en el mercado local. A fines de los setenta, La Meca en la comercialización agrícola era La Vega en Santiago. Como otro dato de la causa son las superficies plantadas a fines de los años 70: las legumbres superaban a los huertos frutícolas industriales. Esa situación mantenía un círculo vicioso, los bajos precios internos impedían cualquier inversión para mejorar la productividad del negocio agrícola. Mientras tanto, el Estado, a través de la célebre Empresa de Comercio Agrícola, más conocida como ECA, controlaba los precios de bienes como el trigo o la leche. La situación cambió de golpe y porrazo con la liberalización económica de la segunda mitad de los años 70. El control de los precios terminó y unilateralmente se bajaron los aranceles. La globalización se instaló en el campo chileno y los productores saltaron de vender en La Vega a hacerlo en los supermercados norteamericanos.
Cambio en la gestión
Para sobrevivir en una economía abierta y sin subsidios los agricultores tuvieron que cambiar su forma de administrar sus negocios. Si bien los precios a los que se podía aspirar en el exterior eran mejores, también era cierto que los consumidores de los países desarrollados eran más exigentes. Con ello se dio vuelta el modelo de gestión agrícola chileno, que destinaba la tierra a los mismos productos y con una calidad similar a la de generaciones atrás.
A partir de fines de los setenta y comienzos de los ochenta la meta comenzó a ser la demanda externa. Temas como control de calidad, inversiones en refrigeración, búsqueda de información sobre los gustos de los consumidores, externalización de la contratación de los trabajadores, asesoría permanente de agrónomos, preocupación por el diseño de los empaques, que hubieran sonado a chino una década atrás, se transformaron en pan de cada día en la nueva forma de gestionar el agro local.
Las frutas inician el boom
Al comienzo fue una actividad casi quijotesca. Literalmente, un puñado de empresarios se lanzó al mar para vender sus frutas en EE.UU. y Europa. La experiencia casi no existía. La tecnología de transporte, refrigeración y empaque, en el mejor de los casos, era rudimentaria. Sin embargo, los fruteros lograron un boom de exportaciones en los ochenta. Una parte de ese auge se debió a la liberalización del precio del dólar en 1982, que hizo muy atractivo salir a exportar. Lo importante fue que las frutas demostraron que el agro chileno podía competir de igual a igual en los mercados internacionales. La confianza y la experiencia empresarial ganada en ese proceso permitieron que bajo la sombra frutera surgieran otros productos, como el vino, que hoy ostenta envíos por US$ 900 millones anuales.
Diversificación exportadora
Hasta mediados de los noventa, la canasta agroexportadora era muy similar a la de los ochenta, con un fuerte componente frutícola. Sin embargo, los envíos se comenzaron a "democratizar" con la ayuda de los tratados de libre comercio que firmó Chile.
Con México como mercado, en la zona central del país se fraguó el boom de envíos de carne de cerdo y ave, que este año sumarán más de US$ 500 millones.
En forma paralela surgirían rubros como los berries, con exportaciones por US$ 350 millones en la actualidad.
La definitiva consolidación de este modelo agrícola ocurría con la llegada del siglo XXI, momento en que la agricultura sureña dijo presente y matriculó a los productos lácteos y a la carne de vacuno dentro en la oferta exportadora chilena.
Una banda afinada
Para los más ortodoxos las bandas de precios son un resabio de un pasado más proteccionista; sin embargo, para los agricultores de cultivos como el trigo, son una herramienta práctica para dar estabilidad frente a los vaivenes de los precios internacionales.
Las bandas han sido reiteradamente el punto de mayor conflicto en las políticas agrarias en torno al agro durante estas últimas tres décadas.
Aunque ya había antecedentes de "proto–bandas" en los años 70, no fue sino hasta 1984 en que quedaron plasmadas tal como las conocemos ahora. Ese año la ley 18.525 creo un mecanismo para calcular los precios mínimos y máximos de importación del trigo.
Una década después, Chile debió modernizarlas para poder acceder a la OMC.
Sin embargo, el reciente fallo de un panel de ese organismo puso nuevamente en la duda la mantención del mecanismo.
Isla sanitaria
Hay países como Brasil o Argentina que tienen costos menores y mayores volúmenes que Chile en varios ítemes agrícolas. Sin embargo, los productores de este lado de la cordillera obtienen retornos mayores. En algunos casos, incluso, acceden a mercados que están vedados a sus competidores. La respuesta a ese acertijo está en el plus sanitario que tiene el país y que se manifiesta en la ausencia de vaca loca, fiebre aviar, fiebre aftosa o mosca de la fruta, entre otras plagas y enfermedades. Para lograr eso la batalla fue dura. Con recursos siempre escasos, el Servicio Agrícola y Ganadero consiguió que Chile se convirtiera en una isla sanitaria, ayudado también por la geografía, con la cordillera de Los Andes y el desierto de Atacama que actúan como barrera natural.
Menor superficie, mayor producción
Fue una suma de factores. En primer lugar el boom de plantaciones forestales, que en las últimas tres décadas sumó cerca de 2,1 millones de hectáreas. En segundo término, hay que sumar la presión al trigo, el cultivo que ocupa mayor superficie en el país, por la competencia de Argentina. Lo mismo ocurrió con otros cereales y las oleaginosas. El resultado fue una fuerte caída de la superficie agrícola. Mientras que a fines de los 70 llegaba a 1,4 millón de hectáreas, a mediados de la década del 2000 se estabilizó en poco menos de 800 mil. Lo paradójico es que en la mayoría de los rubros la producción aumentó en estos años.
¿La explicación? La introducción de nuevas semillas, maquinaria y un manejo agronómico cada vez más profesional, todo hecho bajo la presión de sobrevivir en un país globalizado. El resultado es sencillamente espectacular, más aún cuando se lo compara con el cansino avance de las décadas anteriores. En el caso del maíz, en tres décadas el rendimiento por hectárea más que se triplicó, mientras que en el trigo creció 250%, crecimiento casi idéntico al que tuvieron el raps, la avena o el arroz.
HITOS DE LOS ÚLTIMOS 30 AÑOS
1977 a 1979
PESE A LA IMPLANTACIÓN de la economía social de mercado, aún permanecen sujetos a fijación de precios el trigo, maíz, arroz, raps y maravilla.
Se liberan más de 200 mil alevines de salmón Coho en el lago Popetán y 170 mil alevines de salmón Chinook en Curaco de Vélez (X Región).
Se eliminan controles y reglamentos aplicados al transporte terrestre para que las empresas pacten los fletes libremente con los usuarios.
1980 a 1982
RECESIÓN INTERNACIONAL TAMBIÉN IMPACTA EN CHILE. El Gobierno acuerda mantener un dólar alto y fijar un arancel parejo, se reprograman deudas y se toman medidas para reducir la fluctuación de precios para agilizar la actividad.
Chile es declarado país libre de mosca de la fruta. Comienzan en Valparaíso las inspecciones en origen de la fruta chilena. Se difunde el uso de cámaras de frío e innovaciones como el uso de bins, pallets y grúas horquilla. Se pasa la barrera de los 20 millones de cajas exportadas. Se privatiza la actividad portuaria. Se inician las plantaciones masivas de uva de mesa en Copiapó. Nace Hortifrut, la empresa exportadora de berries más importante del hemisferio sur. En 1982 inicia las exportaciones de frambuesas a EE.UU.
1983 a 1985
SE ESTABLECE EL SISTEMA DE BANDAS DE PRECIOS para el trigo, oleaginosas y azúcar. Controlado brote de fiebre aftosa en la zona de Trapa Trapa, VIII región, por lo que 1.200 animales son sacrificados.
Fuerte terremoto en la zona central causó graves daños a las instalaciones de los puertos de Valparaíso y San Antonio.
Pioneer se instala en Chile para producir semillas de maíz, surge un rubro que en 2007 exportará US$ 200 millones.
Agrosuper crea la marca Supercerdo, hoy es el primer productor latinoamericano con más de 300 mil toneladas.
1986 a 1987
EL BOOM DE LA FRUTA EN SU APOGEO. Entre 1986 y 1990 las inversiones se incrementan y representan más del 80% de toda la agricultura. La superficie frutícola llega 172 mil há. Fundación Chile planta el primer huerto comercial con arándanos en el país.
1988 a 1989
LA ADMINISTRACIÓN DE ALIMENTOS Y DROGAS de Estados Unidos decreta embargo para la fruta chilena tras la aparición de tres granos de uva inoculados con cianuro. Las pérdidas de la industria llegan a 350 millones de dólares.
1990 a 1991
EXPLOSIÓN DE PLANTACIONES de eucaliptos globulus, ya llega a 131 mil hectáreas.
1992 a 1993
INICIA SU TRAMITACIÓN EL PROYECTO DE LEY de recuperación del bosque nativo y fomento forestal. Es enviada al Congreso la iniciativa legal para crear una bolsa de productos.
Ingresa al Senado un proyecto para crear un sistema nacional de calidad.
El SAG confirma la presencia del ácaro parásito de las abejas varroa, grave problema sanitario a nivel mundial.
1994 a 1995
TREINTA MIL AGRICULTORES se reunieron en la medialuna de San Carlos para protestar y pedir al Gobierno que arbitre medidas para que el agro recupere su dinámica impactada por los subsidios externos y la baja del dólar.
Entra en vigencia la ley 19.162 que establece un sistema de tipificación obligatoria de la carne bovina y clasificación del ganado.
1996 a 1997
CHILE SUSCRIBE TRATADO de Complementación Económica con el Mercosur, resistido por sectores agrícolas por la amenaza que significan las producciones de los países que lo componen. Chile rebaja su arancel de 11 a 6 por ciento. Obligado por las protestas, el Gobierno aplica un programa de compensaciones por US$ 500 millones en fomento al riego, a la recuperación de praderas y promoción en el exterior. Tratado de libre comercio con Canadá, el primero con un país industrializado.
1998 a 1999
CHILE Y MÉXICO FIRMAN TRATADO de Libre Comercio considerado uno de los más exitosos para las exportaciones de alimentos y forestales chilenas. El comercio bilateral creció más de 20 veces, superando hoy los US$ 2.300 millones.
2000 a 2003
ACUERDO DE ASOCIACIÓN con la Unión Europea.
Se crea el seguro agrícola que es operado por compañías privadas.Período clave para las exportaciones de carne de cerdo y de aves, que comienzan a transformarse en un boom.
2004 a 2005
SE ALCANZA EL RÉCORD HISTÓRICO de 200 millones de cajas de fruta fresca exportadas en una temporada. Tratados de libre comercio con EE.UU. y Corea del Sur; de alcance parcial con India, y acuerdo de asociación con Nueva Zelandia , Brunei y Singapur.
Campaña de promoción de la leche con avisos en televisión en que aparecen famosos desnudos confesando "Yo tomo".
Se crea la primera Bolsa de Productos.
2006 a 2007
TRATADO DE LIBRE COMERCIO CON JAPÓN. Entra en vigencia TLC con China. Con eso se completan 46 TLC cerrados y Chile se consolida como el país con el mayor número de acuerdos comerciales del mundo. Ya tiene el 86% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial a través de preferencias arancelarias.
Arnaldo Guerra, Eduardo Moraga.
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